Pumbita, te esperamos |
Lo más importante es prevenir antes que curar. La colocación del microchip garantiza que puedan contactarnos. Pasando el lector, lo que hacen en cualquier clínica de forma gratuita, un veterinario tiene acceso a nuestros datos. Por ello es muy importante que el teléfono que figura en el chip esté actualizado. Ojo con no microchipar a los gatos. Aunque no salgan de casa, puede surgir cualquier imprevisto en, por ejemplo, una salida al veterinario o un viaje.
El tamaño del microchip comparado con un grano de arroz |
Una vez la desaparición se ha producido, es muy importante comunicarla a Policía, Guardia Civil y Registro correspondiente donde hayamos dado de alta el chip. Así se tiene constancia de que no lo hemos abandonado y de que lo estamos buscando.
El siguiente paso es contactar con perreras y protectoras de la zona y alrededores, dando todos nuestros datos y los del desaparecido. Mejor si incluimos foto que podemos entregar en mano o enviar por correo.
Las clínicas veterinarias son otro lugar que debemos visitar. A veces el animal es encontrado por particulares que acuden a su centro veterinario.
Nos queda hacer carteles para pegar por la zona donde ha tenido lugar la desaparición y todos los establecimientos concurridos de los alrededores (cafeterías, supermercados, farmacias...). Las marquesinas de autobuses son otra buena opción. Recomendamos ofrecer recompensa.
Cartel para la búsqueda de Pumba |
Por último, la difusión por internet, a través de las redes sociales que, hoy día, se han convertido en una herramienta que permite llegar a prácticamente todo el mundo.
No desesperes, pueden pasar semanas antes de que aparezca, incluso más, pero se han dado casos de felices reencuentros tras mucho tiempo de ausencia.
Ojalá vuelva nuestra Pumba... Ayúdanos a difundirla.
Pumba te queremos en casa |
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