Han pasado ya 10 años y aquí sigue, en silencio, invisible. Liz la
muerde-cables, la que siempre fue grande para ser hembra. La asustadiza.
La que siempre se escondía de otros gatos. Aquí sigue. Le encanta jugar
y está sana. Busca hogar, por fin. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario