martes, 24 de julio de 2018

Liz, la hueso ancho

Han pasado ya 10 años y aquí sigue, en silencio, invisible. Liz la muerde-cables, la que siempre fue grande para ser hembra. La asustadiza. La que siempre se escondía de otros gatos. Aquí sigue. Le encanta jugar y está sana. Busca hogar, por fin. Gracias.

lunes, 23 de julio de 2018

El milagro de la gata Aldea

La gata Aldea tiene una vida de película. Nacida en el 2007 vivía en una colonia de la calle. Una mujer. Se encargaba de alimentarlos, esterilizarlos y tratarlos si enfermaban. A Aldea la recogió cuando contaba con unos 8 meses y la operó. Cuando la fue a devolver a su colonia se la encontró destruida por las excavadoras. Iban a construir. Y así llegó a la prote. Tenía pánico y le costó meses confiar. Curiosamente, congenió antes con perros que con gatos. Años después, ya integrada, comenzó con secreción nasal que no se solucionaba con ninguna medicación. Le hicimos una rinoscopia y descubrimos que no tenía cornetes nasales. Y así lleva desde el 2015. A veces presenta secreción nasal, ronquidos, otras está aparentemente bien. Hace unos meses, no sabemos por qué ya que conviven con normalidad, fue atacada por las perras Morgue y Lupa. La recogimos tendida, completamente estirada, floja, no se sostenía sobre sus patas, con evidentes dificultades respiratorias. Aunque la radiografía no mostraba ninguna fractura, el veterinario no era muy optimista. La habían mordido cogiéndola por el lomo y sacudiéndola. Acababa de eutanasiar a un gatito con el mismo problema. Pero, tras unos días de suero y medicación, Aldea se recuperó y, cuando todavía no conseguía saltar, quiso salir de casa y volver a su vida normal. A ese momento corresponde la foto, con sus patas rasuradas para el tratamiento. De vez en cuando Aldea viene a casa a pedir una lata de las de Meisi. Puedes amadrinarla, apadrinarla o mandarle latitas. Gracias.

La gata Meisi está enferma


Ya hacía tiempo que la notábamos más delgada, pero no parecía tener ningún otro síntoma, salvo alguna tos o vómito esporádicos. Le hicimos una revisión veterinaria completa y sospechamos enfermedad renal, aunque todavía no tenía ningún parámetro alterado, tan solo una ligera deshidratación. Comenzamos a alimentarla con latas específicas para la enfermedad renal. Meses después la enfermedad dio la cara. Meisi tuvo una nefritis y pasó una semana ingresada porque estaba deshidratada, orinaba frecuentemente, tenía dolor y no comía. Gracias a las 7 vidas de los gatos, volvió a casa y pasó 40 días tomando antibiótico. Come pienso y latas especiales para enfermos renales, ya que esta patología no se cura, solo podemos mantenerla con la mejor calidad de vida posible. A veces rechaza esta alimentación y prefiere yogur, salchichas e incluso pasta fresca. Hace vida normal y confiamos que así siga por mucho tiempo. En la sección de Urgencias están las fotos de la comida especializada que le gusta. Busca madrina, padrino o donantes esporádicos de su comida. Gracias.