martes, 9 de febrero de 2016

Jueves Santo

Jueves Santo. Muchos rezan a su dios, nosotros rezamos para que no hayas sido tan cabrón como para dejarte a tu perro en la cuneta estas vacaciones. O a tu gato. Muchos dicen que nunca se han encontrado con un animal abandonado. Probablemente porque, oh magia, los animales abandonados se convierten, también, en invisibles. No lo has visto pero él te ha visto a ti. Los que recogemos animales no somos seres especiales. No puede (o no debe) ser especial hacer lo correcto. Ayudar a quien lo necesita sin importar especie. Por favor, si te encuentras con ese animal que busca tu mirada, que maúlla famélico alrededor de tus piernas, que, desorientado, vaga bajo el sol, que grita desesperado desde el interior de un contenedor, que acaban de atropellar sobre el asfalto y nadie para, que espera su coche olisqueando todos los de la gasolinera..., no lo dudes, échale una pata. Todos y todas podemos. Tú puedes hacerlo. La diferencia entre la vida y la muerte. Eh, aquí, mírame...

No hay comentarios:

Publicar un comentario